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lunes, 11 de marzo de 2013

Mensaje de Nuestra Señora a Gustavo (Buenos Aires, Argentina)



“Deben mantenerse en silencio, meditación, oración y contemplación para estos momentos oscuros que se abaten sobren el mundo, especialmente, en Mi amada Iglesia… oren sin descanso y no caigan en pláticas que los desorientan”
Buenos Aires, 06 de marzo de 2013. (23:50 horas)
Argentina
“Amados niños, mis hijitos. Con mucha tristeza, veo como mis pequeños entran en discusiones y peleas para ver quien tiene la verdad, cuales de los mensajes o profecías que han recibidos de los Profetas del Señor, son verdaderos. Desean buscar más allá de lo que está escrito, más allá de lo que se les permite ver. La curiosidad humana fue la que arrastró a los primeros padres a caer en tentación de la desobediencia, cuidado mis niños porque pueden ser presa de las tinieblas que buscan confundir la mente de los hombres, especialmente la de mis hijitos. Deben mantenerse en silencio, meditación, oración y contemplación para estos momentos oscuros que se abaten sobren el mundo, especialmente, en Mi amada Iglesia. Como Madre Celestial solo pido a los míos, que tomen sus rosarios en sus manos y lo oren con total confianza, más allá de lo que suceda en el futuro, porque lo que está escrito se cumplirá, hasta el último punto. Soy la Madre de la Iglesia, bajo mi amparo fue puesta cada alma y velo por ellas. Mi Corazón sangra ante las divisiones de los hijos predilectos, pero más grande se hace la herida, por medio de la cual, las gotas de sangre se hacen más continuas llegando al suelo, al ver como mis pequeños se introducen en el humo de confusión, entablando charlas y conversaciones que no conducen a nada.
Un soldado cuando está de guardia, se mantiene vigilante, firme, seguro de que su trabajo está bien y que por medio de él, nadie podrá pasar, así deseo que sean mis hijos en este tiempo previo a la Semana Santa, orantes y penitentes en silencio y amor de Dios, para abrazar con total confidencia lo que Dios Eterno, en su Infinita Voluntad tiene preparado para cada uno de ustedes. ¡Abran los ojos pequeños míos!. ¿No se dan cuenta de este momento, que durante la vacancia del Trono de Pedro, las fuerzas oscuras se encuentran en su apogeo?. Se sienten victorias al notar que las ovejas se dispersan al no divisar a su pastor. El enemigo aprovecha todo momento disponible que posee, sabe que le queda poco tiempo, pero espera cambiar el curso final, para él será en vano. Su derrota se aproxima como el canto del gallo, de manera inesperada. Mi enemigo no escatima un instante en atacar a los míos introduciendo interrogantes, confusiones y falsedades para desunir el rebaño. Es por eso, que llamo a mi Rebaño Remanente y Fiel a no caer en las redes de conversaciones ociosas que lentamente lo conduce al enojo, la ira y el orgullo. No se detengan a buscar más allá de los escritos como eruditos especializados en teología, porque no encontrarán nada, solo confusión.Más, si lo hacen desde el punto de vista netamente humano. Solo los que tienen un corazón penitente y contrito, sumergido en la oración, descubrirán la verdad que encierran los mensajes. A saber amados míos, un mensaje puede mostrar otro mensaje, es decir dos mensajes en uno, uno para los ojos de la carne y otro para los ojos del alma, pero cuando se lee y se mira con los ojos del alma desde el principio, solo se leerá un mensaje lo que Dios desea decirles. Todo aquel que lo recibe solamente con la mirada del hombre, encontrará desconcierto. Este misterio divino es para que las gracias contenidas en los escritos, únicamente sean recibidas por los hijos de Dios y por aquellos que desean convertirse, descubrirán el Plan Divino que se encierran en ellos. Un mensaje a simple vista, pero si miran con detenimiento descubrirán que hay algo más, reservado para las ovejas del Señor.
Por lo tanto, amados míos, solo oren el Santo Rosario que disipa las tinieblas y pone en fuga a toda potencia demoníaca. Todo hijo mío que toma el Rosario, nada teme y nada lo turba, se preocupa como vuestra Madre, padece junto a su Madre, pero en medio del dolor es orante, con la mente clara para poder pensar y encontrar una salida victoriosa, un corazón tranquilo y manso para no malgastar las energías del cuerpo y del alma. Pregúntese amados niños, se los vuelvo a decir una vez más, acaso el demonio va a dictar un mensaje donde pida la recitación del Santo Rosario. No mis pequeños, el demonio odia el Santo Rosario, valioso instrumento que solo es amor porque procede del Amor Santo. El enemigo, sería muy tonto en darle a su presa el arma que lo vencería. Piensen amados. Oren, oren, oren.
Vivan los sacramentos en este tiempo de meditación, oren por sus familias, oren por la salvación de todas las almas del mundo entero, oren por la Iglesia para que sea elegido un Papa Santo. Así sea elegido un impostor, las gracias que encierran las oraciones que iban destinadas en buena fe para la elección papal, volverán a los que oraron con constancia, obediencia y perseverancia, sin preguntar, solo hicieron lo que el Cielo les pidió. Un hijo de Dios nada teme, vive feliz en medio de la tormenta, y si tiene que saltar al vacio, dará su salto de fe en el Dios Todopoderoso. No desperdicien el tiempo, porque es corto, úsenlo bien, cuando menos lo piensen, el Aviso tomará al mundo por sorpresa, no especulen con las fechas, solo será manifestado cuando el Padre lo disponga, tengan preparadas sus almas, sus valijas preparadas siempre, para presentarse frente a la Santa Trinidad y ser encontrados agradables a los ojos del Divino Hacer. Antes de finalizar este mensaje, les reitero las herramientas que distinguen a mis verdaderos mensajeros de los falsos mensajeros: Oran el Santo Rosario, leen la Sagrada Escritura, Ayunan, Confiesan sus pecados y asisten a Misa para recibir al Señor. Al mismo tiempo, mis hijos invitan a sus hermanos imitar igual escena. Ahora amados niños, oren sin descanso y no caigan en pláticas que los desorientan. Gracias por haberme recibido en sus corazones, vuestra Madre, la siempre Virgen y sin Mancha, María.”